El deseo de tener hijos, cuando este existe, consolida a la pareja, la concreta y le da sentido.
Hace algunos años el matrimonio tenía como uno de sus principales objetivos permitir la creación de la descendencia. En la actualidad el matrimonio, como la natalidad, no son el centro de atención de la pareja, siendo el individuo el que ocupa este lugar de atención.
Sin embargo, a pesar de esta evolución, el nacimiento de un hijo sigue siendo para la pareja un símbolo de realización.
Transformaciones en la pareja cuando llega un bebé:

• Disminución de la autoestima de la mujer, por los cambios físicos sufridos puede llegar a sentirse no deseada.
• El dolor puede retardar el regreso a la actividad sexual.
• El hombre puede estar afectado por los cambios físicos y psíquicos que percibe en su pareja.
• Muchos hombres, durante un tiempo, temen mirar o tocar los órganos genitales de su pareja por miedo de hacerle daño o porque tienen miedo de imaginar que esta zona ha sido igualmente el lugar de un acontecimiento perturbador como el nacimiento de su hijo.
• Cuando uno de los dos sufre depresión postparto afecta en la relación de pareja y la estabilidad es todavía más difícil de encontrar y algunas veces no puede resistir.
Un hijo puede reforzar a la pareja?
En el momento de la llegada de un hijo, el equilibrio ya no solo será de dos sino entre tres o más. La pareja deja de ser el único objeto de atención, debe compartir y ser compartido. Durante un tiempo la mujer tiene toda la atención puesta en su bebé, nada más en su entorno tiene importancia. Esta etapa es fisiológica y normal, pero puede provocar movimientos importantes en la pareja.
Encontrar un nuevo equilibrio en la pareja requiere algunas veces varios meses, o hasta más de un año. Si la pareja no es sólida, es probable que no resista la suma de factores de estrés con las que se encuentra confrontada. Cuando uno de los dos sufre depresión postparto lograr una nueva estabilidad es todavía más difícil de encontrar y puede ocurrir que la pareja se rompa.
En las terapias de pareja, frecuentemente se encuentra el nacimiento de un hijo como un factor desencadenante de dificultades, sin embrago, para muchas parejas los trastornos y movimientos incluidos por la llegada de un hijo son en gran parte positivos y la fortalecen.
El apoyo mutuo de los integrantes de la pareja permite superar con éxito los momentos difíciles que cada una atraviesa.